La prevención se volvió una excusa que respalda muchas acciones abusivas o que atentan contra la voluntad y salud.
Conociendo el poder de sugestión del cual son portadoras las personas, lo más probable es que la idea de prevención de algo cause más de ese algo. Debido a que la mayoría de las campañas se basan en el miedo y en el refuerzo de la idea de debilidad.
Se siembran imágenes de consecuencias horribles como mensaje de lo que puede llegar a ocurrir si uno no se previene: Como ejemplo de ésto están las campañas de tabaquismo y de tránsito, donde se le avisa al fumador que morirá de cáncer, insuficiencia respiratoria o infarto, y al automovilista se romperá el cráneo contra el volante si no usa cinturón de seguridad o se estrellará contra algo o alguien si conduce ebrio o usando el teléfono móvil.
Claramente, estas campañas no surten ningún efecto, o incluso, generan el efecto contrario.
Independientemente de esta mala práctica, lo que uno debe recordar es que tiene el poder de no sólo no enfermar sino también de la recuperación.
Las creencias afectan definitivamente nuestro sistema de vida, bienestar y salud. Quienes se creen débiles, simplemente, lo son.