Mostrando entradas con la etiqueta sociedad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sociedad. Mostrar todas las entradas

La sobrevaloración más insólita.



Alguien le hizo este planteo a Jacque Fresco:

¿Por qué usted, siendo tan inteligente, no es millonario?.”

Y él respondió:
¿Por qué usted, siendo millonario, no es inteligente?”.

Es conocido que las personas somos heterogéneas de cierta manera, tenemos habilidades y gustos diferentes. Podemos compartir unos y otros alguna característica o no, pero esa variedad no necesariamente significa que unos sean superiores o más valiosos que otros.

Pero es notorio que hay una habilidad particular que tienen algunos y que está algo sobrevaluada, al punto de creer que esa habilidad es un don y una virtud, algo que destaca a la persona grandemente, poniéndola por sobre los demás, como una especie de gurú del éxito.

Esa habilidad particular es la de hacer dinero, es decir, la de generar riqueza monetaria y con ésta ubicarse a sí mismo en una posición de comandante de aquellos que están a su servicio por el dinero que éste les otorga.

Lo más extraño de todo esto es que muchos creen que para tener esta habilidad hay que ser inteligente o en su defecto astuto y no necesariamente es así.

El modus operandi de los Gobiernos y sus integrantes, enferman.


No es para nada original la temática, al ser tan notoria la situación de los gobiernos, los cuales dejan mucho que desear, tanto en sus altas esferas como en las más bajas.

Los gobiernos del mundo se encuentran, quieran o no quieran, muy impregnados de dos atributos dominantes, la economía y el ego.

Lamentablemente, hemos llegado al punto en el que los dirigentes políticos (salvo raras excepciones) resaltan en sus personas la idiosincrasia de un pueblo que los sostiene. Decimos, lamentablemente, porque este hecho denota que la solución (de haberla) no es tan simple. Porque para solucionar a los gobiernos hay que necesariamente solucionar la mentalidad de un pueblo o al menos, la de la mayoría.

Sexualidad, sociedad y salud.



Es poco frecuente que se encare el tema de la sexualidad de manera sensata y clara, de modo de brindar información a las personas que casualmente son sexuadas y que no suelen tener demasiado en cuenta este hecho y su influencia en la vida diaria.

No es la sexualidad una característica de unos pocos sexualmente activos, ni se circunscribe al acto sexual propiamente dicho sino que es tanto más abarcativa incluso de los niños.

Todas las personas que caminamos este bendito planeta venimos del sexo, si no fuera por este no tendríamos vida, no habría vida. Es tan vital e importante como natural.

Lamentablemente ha sido muy maltratado de diferentes maneras, por un lado, la moral religiosa lo ha llevado al punto más bajo y decadente que ensucia y condena almas, y por otro, lo han superlativizado y llevado al punto de volverlo casi obligatorio. Que marca  con una supuesta condición raramente calificable que engloba la "viveza", "inteligencia", "superioridad", etc. Es sabido que cualquier animal o insecto (ratas, cucarachas, hormigas, cerdos, monos, etc).   no requieren de tantas dotes o cualidades para aparearse. Aunque algunos son de destacar Cortejo sexual del colibrí espatula.

El trabajo psicológico hecho fue tan atroz que se torna un tanto dificultoso recuperar algo de lo normal. 

El daño causado por los modelos sociales.


Una razón de malestar en muchas personas es el no lograr ser "eso" que “debiera” ser o no poder cubrir las expectativas que se tienen de ellos.

Con la conformación de sociedades moldeadas por la educación moral y comercial se ha conseguido adoctrinar a sus ciudadanos de una manera que atenta contra su bienestar.

No faltan las publicidades que muestran el modelo de persona aceptable, querida o apropiada a la cual se debe aspirar, si es que se desea ser aceptado y “querido” socialmente.

Cuando se consienten colectivamente este tipo de ideas, que lo único que hacen es generar una especie de persona que parece haber salido de un montaje en serie de una fábrica cualquiera, donde se viste y peina a la moda, habla de los temas que están en tv, y tiene los hábitos sociales reinantes, trabajo, familia y gimnasio, haciendo de este ser un perfecto producto estándar, resulta cada vez más difícil verlas como patológicas, porque es lo usual o la mayoría "es así", y se vuelve parte de lo "Normal".