Celos, ¿un síntoma de que estamos amando?.

¿Puede, un sentimiento tan nocivo, nacer del amor?.

Evidentemente, hay una tergiversación de la idea de lo que es el amor.

Puede que el amor sea un sentimiento demasiado puro y elevado como para saber con certeza qué es y cómo se siente para una persona y sus limitaciones, pero sí puede saberse qué no es.

Podemos dar por seguro entonces que quien experimenta celos lo hace por ausencia de amor y no por presencia de él.

Desbancar la clásica idea que se tiene de que los celos son un síntoma de que amamos o nos están amando es sumamente importante para reconocer que en realidad no conocemos al amor, y el impedimento es la falsa idea que tenemos de él.

Creer que amamos es lo que nos impide amar, saber que ignoramos lo que es amar realmente, abrirá las puertas a lo desconocido y a la posibilidad de experimentar un sentimiento tan sublime como puede ser el amar.

Farmacéuticos de entre casa. Fenómeno moderno y riesgoso.



Las enfermedades habrían existido en el mundo desde épocas muy antiguas o quizás, desde siempre, no lo sabemos.


La cuestión es que parece que las personas hemos lidiado con este fenómeno que atenta contra nuestro cuerpo volviéndonos sus aparentes víctimas. Y esta posición de víctima no sólo resta responsabilidad sino que también quita el poder de sanación con la propia voluntad.

En consecuencia, a través de los tiempos, fueron surgiendo “armas” para atacar a las enemigas del cuerpo.


El “padre” de la medicina moderna, Hipócrates, habría acuñado la frase “que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”, aludiendo al muy sensato hecho de que no hay diferencia entre lo que se ingiere, no hay medicinas y alimentos, al menos así era.

Pero, como los alimentos producto de la economía de consumo son los que enferman(*), han pasado a diferenciarse de la medicina.

La medicina, por su parte, se ha vuelto sinónimo de farmacología. Las personas han forjado un pensamiento un tanto diferente a lo que proponía Hipócrates, en su lugar optaron por volverse intelectuales de los fármacos.

No son muchas las personas que cuando se les menciona una afección no den cátedra de algún determinado fármaco, como ser, aspirina para la circulación, ibuprofeno o paracetamol, para el dolor o la fiebre, antiácidos como milanta o ranitidina para la acidez, salbutamol para broncoespasmos, y muchos otros que ignoramos.


Poner a la sugestión en favor de la salud.



Son ampliamente conocidos los términos placebo y nocebo dentro del ámbito de la salud.

Ambos están estrechamente vinculados a la sugestión, y dejan evidenciado el hecho de que las personas tienen en sí mismas el poder de, tanto, enfermarse como curarse a sí mismas de solo estar convencidas de su curación o enfermedad.

Tal es el punto de que una simple palabra puede causar la muerte y/o la recuperación de una enfermedad fatal.

Pese a ser, la sugestión, un fenómeno extraordinario, no se estudia ni explota demasiado.

Equilibrio


El cuerpo humano es una comunidad de bacterias, hongos y virus que conviven sin problemas en un cuerpo sano, porque están en equilibrio y cumpliendo con su trabajo por nuestro “funcionamiento” diario.

Estos microorganismos juegan un rol importante en funciones como la nutrición y el sistema de defensa, entre tantos otros.
Si se nos dijera que existen más de 10.000 tipos de microorganismos coexistiendo en un cuerpo sano, sin dañarlo, no sería muy creíble, sin embargo estudios científicos arrojaron estos resultados.

Este es un dato importante que revela y refuerza la idea de salud a partir del equilibrio, donde comunidades de organismos vivos que conviven en armonía y en forma colaborativa brinda salud a un cuerpo.

Aunque el enfoque que se da desde la medicina a esta situación, es la de buscar qué organismos son mejores y más apropiados para la salud, el que le damos desde ConSumaSalud, es el de la salud a partir del equilibrio.

"Comprender en profundidad cómo es el ecosistema de un ser humano sano será tremendamente valioso para comprender mejor por qué un microbioma desbalanceado está asociado con enfermedades". Dirk Gevers.

Sexualidad, sociedad y salud.



Es poco frecuente que se encare el tema de la sexualidad de manera sensata y clara, de modo de brindar información a las personas que casualmente son sexuadas y que no suelen tener demasiado en cuenta este hecho y su influencia en la vida diaria.

No es la sexualidad una característica de unos pocos sexualmente activos, ni se circunscribe al acto sexual propiamente dicho sino que es tanto más abarcativa incluso de los niños.

Todas las personas que caminamos este bendito planeta venimos del sexo, si no fuera por este no tendríamos vida, no habría vida. Es tan vital e importante como natural.

Lamentablemente ha sido muy maltratado de diferentes maneras, por un lado, la moral religiosa lo ha llevado al punto más bajo y decadente que ensucia y condena almas, y por otro, lo han superlativizado y llevado al punto de volverlo casi obligatorio. Que marca  con una supuesta condición raramente calificable que engloba la "viveza", "inteligencia", "superioridad", etc. Es sabido que cualquier animal o insecto (ratas, cucarachas, hormigas, cerdos, monos, etc).   no requieren de tantas dotes o cualidades para aparearse. Aunque algunos son de destacar Cortejo sexual del colibrí espatula.

El trabajo psicológico hecho fue tan atroz que se torna un tanto dificultoso recuperar algo de lo normal. 

Agua y Naturaleza.


Cuando se trata de salud, no se puede no hablar de un elemento tan importante en la naturaleza como lo es el agua. Como humanos estamos compuestos de un alto porcentaje de agua, y por ende, es una parte importante del cuerpo.

La problématica actual no es la escasez del agua, ya que esta cumple un ciclo siempre dentro de lo que es el planeta (al menos así parece) y no se agota. Si puede que este ciclo varíe en las eras, beneficiando con su presencia a zonas y/o perjudicando otras.

En Sudamérica está el reservorio más grande de agua dulce del planeta, el Acuífero Guaraní . El agua dulce es la que diariamente nos permite saciar la sed, el ejercicio de la agricultura, ganadería, etc.

El agua por sí misma, en su ciclo, a través del filtrado por las diferentes capaz de la tierra busca depurarse, el problema surge cuando esa tierra está saturada de químicos no muy benéficos y que no sólo evitan un filtrado correcto, sino que a la vez la contaminan.

Por eso es importante, en la medida en que se encuentre la oportunidad, ejercer actividades no contaminantes y, por qué no, descontaminantes.

Pero más allá de la problemática de contaminación conocida que causan industrias, consumismo y agricultura, que de seguro irán disminuyendo en la medida en que las personas tomen conciencia y dejen de avalar estas prácticas, el agua aún sigue siendo un bien para nuestro organismo.

¿Limpieza o contaminación?


Una de las razones por las cuales son cada vez más frecuentes las alergias y otras afecciones como jaquecas, cansancio, sequedad de piel y mucosas es, paradójicamente,  debido al afán por desinfectar y limpiar sus casas y sus cuerpos,  que tienen algunas personas, consiguiendo de esta manera, contaminar el hogar con gases tóxicos, iones positivos y venenos varios.

Quizás la tendencia de creer que algo es bueno y si ese algo es más abundante o más habitual es mejor, a veces causa desequilibrios que derivan en el desmejoramiento y malestar, lejos de beneficiar. Y este es el caso de la limpieza en exceso u obsesiva del hogar y el cuerpo, ya que puede resultar muy dañina para la salud.

Esto se debe a varios motivos, entre los cuales se puede mencionar el hecho de que los productos de limpieza utilizados en general son los comerciales y que tienen compuestos químicos nocivos para los virus y bacterias así como también para el organismo humano, descontando que muchos de estos  tienen efectos residuales.

Intenciones sanas, vida sana.


En la antigüedad se condenaba a los enfermos porque se pensaba que las enfermedades eran un castigo divino por sus pensamientos o actos pecaminosos(*). De modo que si alguien enfermaba era excluido, discriminado y hasta condenado socialmente o expulsado de la comunidad.

Algo intuían las personas de la época sobre las enfermedades, pero erradamente condenaban a la persona enferma, y esta actitud, a la vez y sin lugar a dudas, causaba dolencias y/o enfermedades.

Las ideas y creencias de una época si son depuradas pueden ser útiles. Y tomando esta idea de que la enfermedad se origina en un ambiente propicio que podría ser el de pensamientos y/o actos mal intencionados, uno puede tomar la iniciativa de comenzar a detectar esos sentimientos bajos y volverse un testigo de ellos, sin condenarlos ni rechazarlos, de esta manera se puede disociar de éstos  ya que no son parte del pensamiento más consciente.

El pensamiento consciente es el que en definitiva nos da la salud y algo no menos importante, la libertad.

Trabajo excesivo ¿una necesidad?

















Si hay “síntomas” de nuestro tiempo, estos podrían ser, por un lado, el de la búsqueda del “éxito”, donde éste representa para muchas personas su única razón de vida. Tan subjetivo como el vivir mismo, y aunque muchas veces ilusorio y casi con un sentido absurdo, es buscado como un bien muy preciado, aunque, en definitiva, devenga en malestar.

Por otro lado y en el extremo opuesto al del primero, está el otro síntoma, el de la supervivencia, la lucha diaria contra un sistema que parece estar consumiendo a las personas muy vorazmente.

Quizás sea momento de definir trascender una época marcada con algunos grises que opacan la calidad y calidez humana. 

Azúcar y endulzantes.


Los hábitos y costumbres sociales están creando daños que parecen, a veces, irreversibles.
 
Azúcar, uno de los “alimentos” más comunes de alto consumo diario, pasa de inadvertido día tras día, colándose en la mayoría de las cosas consumidas.

Los niños son saturados de azúcares en actividades de diversión y entretenimiento como cumpleaños, donde el menú consta de comida rápida, tortas, dulces, bebidas gaseosas y de remate, las famosas sorpresitas.

El azúcar se ha impuesto en nuestra vida de una manera rotunda que cuesta y costará erradicarla, pero es algo que es necesario hacer, por los motivos que se cuentan a continuación.

Es común encontrarse con mensajes supuestamente saludables en los medios de comunicación que llaman a disminuir el consumo de sal, pero nada se dice del tan preciado azúcar.

El azúcar de mesa es glucosa y fructosa. Estos componentes son metabolizados por el cuerpo de manera diferente, el primero es absorbido, casi en su totalidad, por los órganos y el resto almacenado en el hígado. La glucosa puede ser convertida en energía para las células con la ayuda de la insulina. En cambio, la fructosa es metabolizada completamente en el hígado, lo cual conlleva a un desgaste de éste por un lado y por otro a la generación de residuos como el ácido úrico el cuál inhibe al componente regulador de la presión arterial, de esta manera puede causar hipertensión arterial.

Noción de cómo el ego se vuelve perjudicial.


Pueden existir muchas ideas y definiciones de lo que el ego es, dependiendo de que “ciencia” lo defina.

Aquí nos quedaremos con la idea de que es aquella estructura similar a un kernel de un sistema operativo, que tiene la información que define a la persona y se mantiene pese a que ésta entre en el modo sleep.

En un lenguaje menos informático, diríamos que es un conjunto de pensamientos auto sostenidos, constituído de implantes e improntas a los que la persona recurre, de manera consciente y/o inconsciente, para definir el yo que la individualice, diferencie y separe del resto de sus pares.

No se trata de una estructura estática sino que va creciendo y acumulando información, estructurando y re-definiendo.

En la medida en que la persona va aprendiendo intelectualmente su ego va tomando forma y poder.

El problema ocurre cuando este toma el dominio de la voluntad y no se logra identificar los momentos en que esto ocurre.