Demencia Temporal.


Diagnóstico
Si ves la posibilidad de que alguien se beneficie a costa del perjuicio de alguien más, es que estás sufriendo de demencia temporal

Causa:
Haber nacido en una sociedad con demencia temporal que en su locura no puede no transmitir enseñanzas, valores e ideas dementes.

Síntomas:
Esta patología social se manifiesta en sentidos opuestos pero que comparten una misma idea. Sólo aquel bajo el influjo de esta creencia puede pretender el castigo de quien perjudica por considerarle beneficiado en esta práctica, así como aquel que creyó a sus predescesores e instructores dementes que su beneficio estaría en arrebatar a otros su bienestar de alguna manera.

Un ejército de liberación ideal.


Un título bélico apropiado para una época en que la estupidez de unos pocos afecta demasiado a muchos.

Cuando aquellos inmaduros incapaces de darse cuenta de que lo son y son casualmente los que ejercen jerarquías de poder en gobiernos o en instituciones oficiales y no tan oficiales, el mundo parece volverse conflictivo.

Pero esto se debe a que son líderes de la vieja escuela, corrompidos en sus fueros más íntimos. Ni siquiera necesita de haber un complot u organización detrás de estos personajes que aún promueven ignorantemente la guerra cómo método de “paz” o “libertad”.

Lo cierto es que esta idea tan precaria no es solamente en las altas esferas, sino que en la vida cotidiana se vive una guerra constante de unos que quieren controlar y reglar a otros, siendo ésta la manera más contraproducente y contraria del bienestar, pero con gran popularidad.

La sobrevaloración más insólita.



Alguien le hizo este planteo a Jacque Fresco:

¿Por qué usted, siendo tan inteligente, no es millonario?.”

Y él respondió:
¿Por qué usted, siendo millonario, no es inteligente?”.

Es conocido que las personas somos heterogéneas de cierta manera, tenemos habilidades y gustos diferentes. Podemos compartir unos y otros alguna característica o no, pero esa variedad no necesariamente significa que unos sean superiores o más valiosos que otros.

Pero es notorio que hay una habilidad particular que tienen algunos y que está algo sobrevaluada, al punto de creer que esa habilidad es un don y una virtud, algo que destaca a la persona grandemente, poniéndola por sobre los demás, como una especie de gurú del éxito.

Esa habilidad particular es la de hacer dinero, es decir, la de generar riqueza monetaria y con ésta ubicarse a sí mismo en una posición de comandante de aquellos que están a su servicio por el dinero que éste les otorga.

Lo más extraño de todo esto es que muchos creen que para tener esta habilidad hay que ser inteligente o en su defecto astuto y no necesariamente es así.

Ciencia y religión. Una integración indispensable.



Con la consciencia de lo que los términos absolutos pueden significar se expresa:

La religión es siempre interior y nunca puede tomar forma de organización. No responde al juicio moral  sino a la inteligencia inherente a todos nosotros.

En este sentido, se puede aseverar que la religión no sólo es perfectamente integrable a las disciplinas de conocimiento sino que es absolutamente necesaria.

La religión es personal, es el deseo más profundo y sincero de reunión armónica universal. Y sólo en estos términos la acepción de la palabra puede ser aceptada. Religar, reunir.

La religión organizada no es religión, es dogma, secta, política o alguna otra cosa relativa a un adoctrinamiento moral básico que nada tiene que ver con la inteligencia.