Una razón de malestar en muchas personas es el no lograr ser "eso" que “debiera” ser o no poder cubrir las expectativas que se tienen de ellos.
Con la conformación de sociedades moldeadas por la educación moral y comercial se ha conseguido adoctrinar a sus ciudadanos de una manera que atenta contra su bienestar.
No faltan las publicidades que muestran el modelo de persona aceptable, querida o apropiada a la cual se debe aspirar, si es que se desea ser aceptado y “querido” socialmente.
Cuando se consienten colectivamente este tipo de ideas, que lo único que hacen es generar una especie de persona que parece haber salido de un montaje en serie de una fábrica cualquiera, donde se viste y peina a la moda, habla de los temas que están en tv, y tiene los hábitos sociales reinantes, trabajo, familia y gimnasio, haciendo de este ser un perfecto producto estándar, resulta cada vez más difícil verlas como patológicas, porque es lo usual o la mayoría "es así", y se vuelve parte de lo "Normal".