Dios al servicio de la vida.


Dios es una palabra literal, la que puede ser asociada por la mente de diferentes maneras.

Lo común es que no tenga mucho de sano o bueno, siendo que suele asignársele la gran propiedad de entidad superior y “perfecta” que en contraposición con lo inferior e “imperfecto”se convierte en un arma mortal y condenatoria como pocas. 

También puede ser asociada a la jerarquía, dónde en el nivel más alto se encuentra esta entidad, déspota, juez y con el suficiente morbo como para manejar todo y a todos con una voluntad egoísta que disfruta demostrando su poder a pequeñas e insignificantes criaturas del universo.

Dios suele ser usado como excusa para divisiones, condenas, enfermedades, martirio, culpa, sufrimiento, etc. en definitiva, nada que suene muy alentador ni atractivo. Sin embargo, e irónicamente son éstos los conceptos populares que atraen masas, y no es una casualidad, dado que es la mente la que crea al Dios a su antojo, le da poder y le asigna una personalidad que complazca sus necesidades del momento. Así podemos encontrar tanta cantidad de Dioses como ideas hay en la mente. Una mente infantil y adicta a la culpabilidad no podrá crear otro Dios que el morboso, juez y condenador.
La buena noticia es que puede haber un Dios nacido de una mente madura y sana que brinde bondad y salud a aquellos que le acepten y den el poder.

Así es, el poder no está en Dios sino en la mente que se lo otorga con su voluntad y decisión y es ahí donde Dios desarrolla una faz servicial al bienestar.

No son pocos quienes reconocen y atribuyen a Dios su bien, simplemente porque se centraron voluntaria y honestamente en ese deseo para sí y le entregaron a Dios el poder de afectarles con ese bien que sinceramente buscaban en su interior.

¿Cuál es, concretamente, la faz de Dios que sirve al bienestar?.

Una vez reconocida la idea de que Dios se empodera con la voluntad de la mente, se puede ver que la mente tiene grandes posibilidades que no sólo incluyen el bienestar. Y ocurre muchas veces, aunque parezca una locura, que la mente busca el malestar.

Este fenómeno sólo puede originarse en la mente influenciada por el ego. El ego es, literalmente, una creación de la mente que la mente muchas veces no reconoce como tal. Ésto es, el ego es la personalidad formada y forzada por el aprendizaje que toma gran presencia en la vida de una persona, al punto de hacerle olvidar lo genuino, el poder que se encuentra más allá de sus limitaciones personales.

Así es como una mente dominada por el ego busca su malestar. No por casualidad, sino porque el ego es el que pone a la mente dentro de los límites que le hacen sentir dividida y en riesgo de muerte.

Y es muy conocido lo que ocurre con una mente cuando ve amenazada su vida. El instinto de supervivencia reacciona y ataca en defensa.

Es aquí donde Dios puede tener un rol preponderante en la trascendencia del ego.

Dios puede convertirse en la entidad intermedia entre la voluntad y el obrar, de esta manera la mente reconoce algo importante: por un lado, se sabe ignorante, toma conciencia que sus deseos y decisiones son fundados en la ignorancia y aunque bienintencionados, el resultado no necesariamente es el más apropiado, por otro lado, cede voluntariamente sus deseos a esa entidad para que se encargue y libre de las decisiones y/o resultados consiguiendo con ésto restar poder al ego como artífice y mentor.

Esto último es común de ver en aquellos que tienen a la divinidad como instrumento que les aliviana la vida. Suelen ser personas que con su presencia, palabras y/o acciones causan el bienestar en la mente de otros pero que éste fenómeno se lo atribuyen a la divinidad y no a sus personalidades.

Hay todo una psicología tras el fenómeno de los dogmas. El paganismo suele ser una explicación válida en el sentido de que una mente inmadura crea Dioses, símbolos y excusas para atribuirles su poder quedando en una posición indefensa e impotente. ¿Quién puede enfrentarse al astro sol sin ser rostizado o qué vida puede existir sin su calor?. 

Los dogmas no son religión, sino todo lo contrario, por el simple hecho de que la religión en manos del ego no es religión.

El significado de religión es re-ligar, re-unir y tendría una función válida sólo en el recordar y ayudar a reconocer una unidad nunca dividida. La religión pierde su sentido en aquella mente que experimenta conscientemente la unidad, es decir, trascendió la mentalidad del ego que limita y divide.

Alguien alguna vez dijo, “estoy en contra de todas las religiones porque estoy a favor de la religión”. Y suena contradictorio, pero es sensato, en el sentido de que las mal llamadas religiones son dogmas que infantilmente buscan empoderarse por la división – divide para reinar – en cambio la religión busca el poder en la unidad. 

Así es como el rol de Dios se vuelve válido para una mente madura que le otorga voluntaria y conscientemente el poder de su deseo más elevado y profundo de sentirse unido y eterno en la figura de un Dios que no admite la muerte.

Y es de ésta manera como la eternidad cobra un sentido benéfico, sacando a la mente del estado de supervivencia y por ende de guerra con su entorno, porque la mente se vuelve su entorno no dividido y deja de sentirse atacada porque comienza a reconocer que es ella misma.

Y si bien, puede ser algo complejo de comprender, es una interesante oportunidad para quien desee su bienestar liberándose de responsabilidades absurdas en temas insignificantes que le sacan de un verdadero vivir y sentir.

Dios es capaz de darle la paz a la mente que la desea profunda y sinceramente, puede darle la experiencia de unidad, la alegría, expansión, la eternidad y el amor de sólo pedírselo, porque así es como “funciona” Dios, respondiendo a la voluntad de una mente libre de ego que busca el bien mayor, sin sacrificios, sin sufrimiento.

Escritos que buscan la religión (recordar la unidad). 

Cristianismo

-Romanos 12
4.Pues, así como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, 5.así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros.

Hinduísmo

Brahman (hace referencia a la divinidad absoluta del hinduismo).
En los textos Upanisad se señala al Brahman como lo absoluto, que se encuentra en todo el universo, que es la esencia de todo, que transciende a todo, que es inmanente y causa eficiente del cosmos...
Si en el plano existencial y fenoménico (el mundo material de māiā) el alma se considera distinta del Brahman, en el plano esencial absoluto se considera que no existe diferencia entre el alma y el Brahman.

Taoísmo
TAO: Hay un flujo en el universo que se llama tao. El tao fluye lentamente, pero nunca para y es increíblemente poderoso, manteniendo las cosas del universo en orden y equilibrio...El tao es la ley de todo. El que sigue al tao se hace uno con el tao. 

El Tao que puede expresarse

no es el Tao permanente.
El nombre que puede nombrarse
no es el nombre permanente.
El no-ser es principio del Cielo y de la Tierra;
el ser, de los infinitos seres es madre.
Por eso con el permanente no-ser
se contempla la esencia escondida (del Tao);
con el permanente ser
se contemplan meros indicios del Tao.

(Donde ser y no-ser podrían estar apelando al ser desde el ego (la razón de la personalidad) y no-ser al observador consciente más allá de los pensamientos racionales y razonables. 

ZEN (Meditación)
Hishiryo: La conciencia durante zazen que no procede de lo mental. Durante zazen los pensamientos aparecen y desaparecen naturalmente. Si dejamos que este proceso se desarrolle libremente, sin dar cuerpo a los pensamientos, sin tampoco pretender huir de ellos, la mente se apacigua por sí misma y surge la conciencia hishiryo, más allá del pensamiento y del no pensamiento, consciencia absoluta. Es el pensamiento del cuerpo-mente en unidad con todo el universo. Hishiryo es lo indecible, que no se puede explicar, pero que se puede experimentar durante zazen natural e inconscientemente.

Sufismo
Las ideas principales en la metafísica sufí han rodeado el concepto de Wahdat o "La unión con Dios"... es el estado donde no hay diferencia entre Dios y el ser humano que está tratando de lograr un estado en particular es decir, Nadie, excepto Dios.

Budismo
Namasté (saludo que se usa en varias tradiciones budistas así como en numerosas culturas).
Yo honro el lugar dentro de tí donde el universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de tí de amor y luz, de verdad y paz. Yo honro el lugar dentro de tí donde cuando tú estás en ese punto tuyo y yo estoy en ese punto mío, SOMOS solo UNO !.

Escritos que buscan devolver el poder a la voluntad consciente.

Mateo 7
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Juan 14
6 —Yo soy el camino, la verdad y la vida.

Salud.

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