El daño causado por los modelos sociales.


Una razón de malestar en muchas personas es el no lograr ser "eso" que “debiera” ser o no poder cubrir las expectativas que se tienen de ellos.

Con la conformación de sociedades moldeadas por la educación moral y comercial se ha conseguido adoctrinar a sus ciudadanos de una manera que atenta contra su bienestar.

No faltan las publicidades que muestran el modelo de persona aceptable, querida o apropiada a la cual se debe aspirar, si es que se desea ser aceptado y “querido” socialmente.

Cuando se consienten colectivamente este tipo de ideas, que lo único que hacen es generar una especie de persona que parece haber salido de un montaje en serie de una fábrica cualquiera, donde se viste y peina a la moda, habla de los temas que están en tv, y tiene los hábitos sociales reinantes, trabajo, familia y gimnasio, haciendo de este ser un perfecto producto estándar, resulta cada vez más difícil verlas como patológicas, porque es lo usual o la mayoría "es así", y se vuelve parte de lo "Normal".


Si bien los problemas más notorios y destacados resultante de los modelos implantados por la media pueden ser los causados por la estética y el pretender lucir un cuerpo delgado en demasía, se suman a éstos, un amplio espectro que pasan de inadvertidos, como lo son el estrés causado por la competencia encarnizada para lograr ser “exitoso”, la depresión por frustraciones de no conseguir llegar a cumplir con los lineamientos del modelo de ciudadano, o el desprecio por sí mismos de aquellos que no logran ser populares.

El daño mental es variado, debido a que nadie NUNCA va a lograr cuadrar con el modelo sin perder su propia naturaleza, su naturalidad y peculiar encanto que le define.

Desde el momento en que una persona comienza a buscar las guías de cómo debe ser, es cuando la salud del cuerpo entra en una especie de declive en pendiente.

Diferentes partes del cuerpo comienzan a arrojar señales que le dicen a la persona que no está siendo congruente consigo misma, que está tratando de hacer de sí algo que no le es grato ni beneficioso.

Por eso es tan importante darle atención a las señales del cuerpo, a esos dolores, sensaciones de malestar y enfermedades y preguntarse ¿qué estoy haciendo mal?.

Volverse un testigo de los propios pensamientos y emociones develará el misterio de algunas dolencias corporales. Podrá comprenderse por qué ese ataque de hígado, la alergia o la boca del estómago cerrada, la caída del cabello y la jaqueca, la gripe y la presión sanguínea alta o baja.

Aunque son variados los precursores de malestar, que pueden incluir la alimentación o la permanencia en ambientes con contaminación visual, auditiva, del aire, etc, muchas veces ocurre que las personas no logran identificar qué es lo que los causa porque consideran tener una alimentación buena y el ambiente en el que viven no está tan mal.

Una buena forma de sentirse saludable y por qué no feliz, es estimular el deseo de descubrir lo que uno es y lo que tiene para dar auténticamente y naturalmente, y ya no proceder desde el deber, o el aparentar.

Mirarse al espejo con ojos amorosos en lugar de juiciosos o condenadores, hacerse caricias y decirle al niño interior cuánto se le ama y hacerle sentir protegido, son grandiosos transformadores y mentores de una persona nueva, un re-nacimiento.

No hay un modelo a seguir, sino más bien un sentir. ¿Cómo me hace sentir?. Me hace bien, lo quiero, sino, no lo quiero.

No es necesario revelarse o enojarse con el sistema que moldea, alcanza con decidir no darle más poder a la opinión ajena, sea de quien sea, no será uno mismo y no estará conociendo nuestro interior. Y así, aprender a identificar cuáles deseos nos son genuinos y cuales implantados.


Y hacer cada cual su propio camino, no importa cuan desviado del camino ejemplar esté, no importa que no parezca llegar a ningún lugar.

Se trata de comenzar a caminar con presencia, con la propia presencia.

Salud. 



Se hallaba un elefante bañándose tranquilamente en un remanso, en mitad de la jungla, cuando, de pronto, se presentó una rata y se puso a insistir en que el elefante saliera del agua.

«No quiero», decía el elefante. «Estoy disfrutando y me niego a ser molestado».

«Insisto en que salgas ahora mismo», le dijo la rata.

«¿Por qué?», preguntó el elefante.

«No te lo diré hasta que hayas salido de ahí», le respondió la rata.

«Entonces no pienso salir», dijo el elefante.
 

Pero, al final, se dio por vencido. Salió pesadamente del agua, se quedó frente a la rata y dijo:

«Está bien; ¿para qué querías que saliera del agua?».

«Para comprobar si te habías puesto mi bañador», le respondió la rata
.  A.de Mello
.

Reflexión:
Con frecuencia, los modelos sociales son tan apropiados para las personas como el bañador de una rata para un elefante, y aunque a todas luces sea una insensatez, pasa de inadvertida.
 



2 comentarios:

  1. http://www.bbc.co.uk/mundo/movil/noticias/2012/10/121027_modelos_albinas_africa_ar.shtml?SThisFacebook
    Para las albinas africanas entrar en el modelo hegemónico es casi una salida a la salud en una cultura que lejos de solamente discriminarlas, las victimiza con sus usos y costumbres. Esto que comentás en la nota llega a su punto máximo de patologización en este caso en que la individuación del individuo se hace necesaria porque está en juego su vida, aunque le cuesta salir de su ámbito de pertenencia, de lo contrario vive amenazado de muerte por su entorno sociocultural.
    Excelente artículo.
    Lo comparto.
    Lic. Claudia Gentile

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    1. Ciertamente, en el caso que mencionás el resultado de no cuadrar en el modelo social reinante puede ser dramático.
      Los hombres y mujeres albinos de África están siendo víctimas de la marcada superstición de una sociedad también víctima de la falta de conocimiento.

      Agradecemos el ejemplo que das, porque muestra otra visión de las misma cosa desde un ángula bastante diferente.

      Louise Hay, cuenta en su libro "Usted puede sanar su vida", sobre su propia historia algo parecido a esto que mencionás, ella, inicialmente, habría conseguido librarse de una vida muy triste incursionando en el modelaje, pero fue solamente un paso, que requirió del coraje.

      Es importante saber discernir si uno está buscando ser aceptado, encajar, no desentonar por propia inseguridad y falta de amor propio, o simplemente está queriendo transformar su vida.

      Luego los pasos que se den, dependerán del móvil y por supuesto de éste último dependerá el "resultado".

      Salud.

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