Azúcar y endulzantes.


Los hábitos y costumbres sociales están creando daños que parecen, a veces, irreversibles.
 
Azúcar, uno de los “alimentos” más comunes de alto consumo diario, pasa de inadvertido día tras día, colándose en la mayoría de las cosas consumidas.

Los niños son saturados de azúcares en actividades de diversión y entretenimiento como cumpleaños, donde el menú consta de comida rápida, tortas, dulces, bebidas gaseosas y de remate, las famosas sorpresitas.

El azúcar se ha impuesto en nuestra vida de una manera rotunda que cuesta y costará erradicarla, pero es algo que es necesario hacer, por los motivos que se cuentan a continuación.

Es común encontrarse con mensajes supuestamente saludables en los medios de comunicación que llaman a disminuir el consumo de sal, pero nada se dice del tan preciado azúcar.

El azúcar de mesa es glucosa y fructosa. Estos componentes son metabolizados por el cuerpo de manera diferente, el primero es absorbido, casi en su totalidad, por los órganos y el resto almacenado en el hígado. La glucosa puede ser convertida en energía para las células con la ayuda de la insulina. En cambio, la fructosa es metabolizada completamente en el hígado, lo cual conlleva a un desgaste de éste por un lado y por otro a la generación de residuos como el ácido úrico el cuál inhibe al componente regulador de la presión arterial, de esta manera puede causar hipertensión arterial.

Para disminuir o erradicar el riesgo de enfermedades cardíacas, de obesidad, diabetes, cáncer, y otras, ya que estudios demostraron que el consumo de azúcar disminuye las defensas(*), debe reducirse al mínimo el consumo de fructosa.

Para esto, debemos reivindicar a las grasas, las cuales fueron tildadas injustamente de ser las principales causantes de obesidad, cuando en realidad, la verdadera culpable sería el azúcar. La cual es grasa y carbohidrato a la vez.

Lo ideal es añadir más grasas saludables a la alimentación, como por ejemplo: Aceite de oliva, nueces crudas, almendras, paltas (aguacates), coco y aceite de coco, yemas de huevo (de campo en lo posible), aceites de frutos secos sin calentar y OMEGAs, el OMEGA 3 es un componente esencial para la salud del cerebro, su deficiencia está asociado a los trastornos de ansiedad.

El motivo por el cual se deben incluir grasas es porque calman el hambre con mayor eficiencia.

Los carbohidratos son la causa por la cual es posible que se encuentren personas con obesidad y malnutridas. Esto es lo que causa el azúcar.

Cuidado con los alimentos “saludables” de la publicidad.

Algunos de los alimentos, considerados muy frecuentemente saludables tienen alto contenido de azúcar, como los yogures y salsas de tomate comerciales y las frutas enlatadas.

Es común considerar al jugo de naranjas saludable, y en realidad lo es, pero en una medida discreta, ya que la naranja contiene fructosa. Es conveniente moderar este hábito. Sobretodo para diabéticos.

Ejercicio.

El ejercicio físico, el cual puede constar de una simple caminata de paseo, reduce los niveles de insulina y esto puede ser la causa de una reducción del apetito por lo dulce. Descontando los beneficios que esta actividad trae para el sistema cardiovascular.

Un endulzante benéfico natural.


Estevia es una planta de origen paraguayo que no sólo es un endulzante natural, sino que a la vez es regularizador del azúcar porque estimula la actividad del páncreas, regula la tensión y disminuye los niveles de ansiedad.
Una verdadera alternativa, consumirla en forma natural, que puede ser en hojas frescas, secas o en infusión.

Evite por todos los medios los endulzantes químicos, incluso los que dicen estar hechos a base de estevia.

No consuma productos ligth, casi todos estos productos tienen aspartamo o incluso endulzantes peores.

Preste atención a los productos que tienen la inscripción “sin azúcar”, porque todos tienen endulzantes químicos considerados cancerígenos.

Conclusión:

Suprimiendo el consumo de azúcar de mesa (ingrediente de tantísimas cosas) se consigue bajar los niveles de Glucosa y fructosa.
La glucosa, aunque se duda de que sea necesaria para la energía del cuerpo, está contenida en variados alimentos naturales, como el arroz, maíz , etc. De modo que puede obtenerse ésta de otras fuentes, logrando reducir los niveles de fructosa, la cual se vuelve dañina cuando sobrepasa los 25gr. diarios.

Salud.

Información tomada de Dr. Joseph Mercola y Dr. Sherri Tenpenny entre otros.

(*) En un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition ya en 1977 informó los efectos adversos que el azúcar tiene en el sistema inmunológico. Cada dosis de azúcar, crea una disminución en la actividad de los glóbulos blanco.



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